13 de agosto 2007
Italia
Roma
Hoy por fin nos dimos a conocer la ciudad de Roma.
Comenzamos no tan temprano como otras veces, ya que pasamos primero a la ciudad del Vaticano, y para comenzar el tour la cita era a las 9am con una guía, la misma que nos dió la panorámica de Roma hace un par de días. El Vaticano es como una ciudad dentro de otra ciudad, pero al mismo tiempo es un país entero, de sólo 44 hectáreas de área!! En realidad prácticamente nadie es propiamente ciudadano nacido en el Vaticano, sino que casi todos son romanos pero que trabajan en la ciudad capital de la religión católica.
El tour fue sumamente interesante, nos enseñaron muchas cosas respecto al Museo Vaticano y a la Capilla Sixtina, y luego a la Basílica de San Pedro. Para comenzar el portón del museo tiene arriba el escudo del Vaticano (dos llaves que representan a las de Pedro) junto a dos personajes: son nada más y nada menos que Miguel Ángel y Rafael, los dos artistas principales que adornaron el Vaticano en sus épocas.
Había mucha gente, pero pudimos movilizarnos bien ya que nuestra guía es brava, y no se dejaba de nadie :P Comenzamos por un jardín que contiene las casi únicas figuras que aún conservan el bronce en Roma: una piña gigante y dos faisanes. Después nos dieron una muy interesante explicación sobre el techo de la Capilla Sixtina y la escena del Juicio Final en la misma, ambas pintadas por Miguel Ángel en la época del papa Julio II. Nos dijeron que tardó seis años trabajando de 18 a 20 horas diarias, recostado boca abajo, de rodillas o parado en andamios, el pobre terminó afectado, casi ciego y lastimado de la columna, pero sorprendentemente vivió hasta los 89 años! edad de más del doble que lo que se vivía en su época, como nos dijo la guía, el trabajo no mata, sino que duplica la vida ;)
Las escenas de la Sixtina representaban el pensamiento de Miguel Ángel respecto a la Iglesia, ideas muy revolucionarias para la época, y tiene cosas extrañas, como Dios mostrando sus divinas posaderas y pies sucios, a un cardenal de su época que lo ilustró como dando la entrada al infierno, y fue el primero en pintar al hombre y a Dios justo del mismo tamaño en la escena de la Creación, refiriéndose al hombre hecho a imagen y semejanza de Dios, además de todo el arte maravilloso que ya contaremos.
Después entramos al museo y nos explicaron sobre varias de las obras que ahí se encuentran, por ejemplo vimos y comprobamos como los artistas utilizaban las luces y sombras para simular relieves que desde nuestra perspectiva parecían reales, pero en realidad no existían! Mapas de toda la región de Italia hechos cuando no había satélites ni fotografías y que son casi perfectos, tapices de Rafael que también cambiaban de perspectiva conforme uno se movía, como un Cristo que te sigue con la mirada y cosas así. En la Capilla Sixtina no se permitían fotos, y se supone que todos debían estar en silencio, pero igual que ayer muchos ni eran respetuosos, ni consideraban que esas obras de arte únicas podían echarse a perder con los flashasos, aunque los guardias sí eran un poco bravos para vigilar. En la Capilla Sixtina las obras principales son de Miguel Ángel: el techo y la escena del Juicio final detrás del altar, lo demás lo pintaron distintas escuelas de la época, antes de Miguel Ángel, y cuando este pintó sus obras (a solas, por cierto) la gente no lo comprendió. En el techo se pueden ver a los profetas, y escenas de la Creación y del Diluvio, pero cada uno de estos cuadros están adornados con personas que parecen mirar la escena, y lo sorprendente es que con el arte de la perspectiva, las luces y las sombras, Miguel Ángel logró hacer parecer al espectador que esas personas estaban en relieve, parecían colgar sus pies verdaderamente!! El Juicio Final por otra parte es distinto, pero también revolucionario: es el primer Cristo sin barba y pelo largo acostumbrado en la época, parece un atleta griego y se ve en completa acción del juicio final.
Después salimos hacia la Basílica de San Pedro, la Catedral más grande del mundo católico y que según esto ninguna otra puede ser más grande que ella: tiene 200 metros tanto de largo como de alto! cabrían dos canchas de futbol dentro de ella. En el piso se marcan, comparativamente, las longitudes de distintas catedrales del mundo, y como no llegan a ser tan grandes, la segunda es la de Florencia que ya vimos, y la de México está en el lugar número 11 con 140 metros. Todo es impresionante y grande aquí, y las perspectivas también permiten ver las cosas mejor. Vimos, por supuesto, la Piedad de Miguel Ángel, la única obra de este artista con firma: como no lo dejaron firmar su escultura se metió un día ayudado y grabó su nombre en la misma.
Vimos también el cuerpo expuesto del papa Juan XXIII, el llamado papa Bueno que inició el Concilio Vaticano II en su época. Por cierto ayer nos enteramos que antes de iniciarlo peregrinó a Asís a la basílica de San Francisco para pedir su iluminación. Este señor fue recientemente beatificado (un paso antes de hacerse santo), y su cuerpo dicen que se encuentra incorrupto.
Vimos la estatua de bronce de San Pedro, la tradición dice que cuando uno llega a la Basílica debe saludar al santo como agradecimiento por haber podido llegar ahí, pero como sus manos están muy altas casi todos le tocan los pies, y pues luego de 600 años con cerca de 1000 peregrinos cada hora han provocado que sus pies estén planos y sin dedos!!
Entramos también al Santísimo un ratito y luego nos salimos para despedirnos de la guía.
De ahí comenzamos nuestro tour particular por Roma. Comenzamos hasta lo más lejano que queríamos ver: la iglesia de San Juan de Letrán, el lugar en que Constantino declaró a la religión católica como la oficial del imperio, y luego recientemente donde Mussolini firmó con el papa Pío XI el acuerdo en que se declaraba al Vaticano como estado independiente de Roma y de Italia.
Luego fuimos a la Bocca de la Veritá, una piedra esculpida de un rostro, en la que se dice que uno debe meter la mano y decir algo, si uno dice una mentira la leyenda cuenta que la boca se come la mano de el mentiroso. La verdad había muchísima gente y teníamos muy poco tiempo (¡sólo esta tarde!) para ver Roma, por lo que sólo la fotografiamos sin meternos y continuamos el viaje. Les diríamos que sí metimos la mano, pero si la metieramos diciendo eso nos hubiera mordido, ¿o no? que paradoja...
Luego nos fuimos a uno de los monumentos más representativos de la ciudad: el Coliseo Romano. Muchos creen que ahí fue donde Nerón mandó torturar a varios cristianos luego del incendio que él mismo provocó, pero la verdad es que este Coliseo no existió hasta 10 años después de Nerón. Aunque sí se torturó a cristianos aquí, en tiempos de Domiciano.
El monumento es inmenso, como casi todo en Roma (hasta las cuadras son gigantes y cansadas de caminar). Y el precio para entrar, desafortunadamente también es muy alto. No se que tendrá que ver el gobierno de los EU en este lugar, pero resulta que si eres ciudadano de ese país el costo te sale a la mitad! chale... Bueno, nos sacrificamos y entramos a ver el Coliseo un ratito, está impresionante, y se ve que tiene una historia muy interesante... Después comimos un poco: nos compramos la versión italiana de una torta y un hotdog: son paninis (algo así como pan de bolillo grande) rellenos, en mi caso de salimi con queso (una torta pues), y en el de Lore de salchichas con mostaza y mayonesa (un hotdog)
De ahí continuamos (no lo hemos dicho pero todo fue en metro) hacia el último monumento que vimos hoy: la fuente de Trevi. Pero antes de describirla, hemos de decir que la línea B del metro de Roma, a diferencia de la A en la que hemos viajado, es horrible! está toda pintarrajeada y todo tren no se salva de tener graffitti en toda su extensión, además apesta y la gente está muy apretada ahí, y la verdad sí da cosa viajar en ella.
La fuente de Trevi es inmensa, tiene unas esculturas en la parte superior y toda escupe agua a una especie de piscina. La gente acostumbra aventar monedas hacia atrás en ella, pero nuestra economía no nos permite ese lujo, así que nos conformamos con fotografiarla y verla. Terminamos el recorrido de regreso al metro, donde nos fotografiamos de paso con una fuente más pequeña de un tritón de piedra.
Regresamos molidos al hotel, y luego de un breve descanso bajamos un rato con los compañeros del grupo para darle su despedida a nuestro guía que nos ha acompañado desde Brujas: Francis se queda en Roma una semana más y nosotros partimos para España vía Pisa y Niza con otro grupo que viajó en paralelo con nosotros.
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Eru kaluva tielyanna (Dios iluminará tu camino)
Visita la página de la Casa de la Juventud, TOR: www.torcasajuv.com
"Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor. Si tienes el amor arraigado en ti, ninguna otra cosa sino amor serán tus frutos." (San Agustín) Solamente asegúrate que en realidad sea AMOR...
martes, 21 de agosto de 2007
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