viernes, 13 de febrero de 2009

Historia de Unix (parte 4)

Con esta cuarta parte terminamos la traducción de la historia de Unix, del capítulo 2 del libro 'The Art of Unix Programming' de Eric S. Raymond. ¡Espero hayan disfrutado leyéndolo tanto como yo haciéndolo!




Historia de Unix (4ta parte)


El movimiento Open-Source (Código Abierto): 1998 y siguientes

Para el momento de la liberación de Mozilla en 1998, la comunidad hacker puede ser analizada mejor vista como una colección algo suelta de facciones o tribus que incluyen al Movimiento del Software Libre de Richard Stallman, la comunidad Linux, la comunidad Perl, la comunidad Apache, la comunidad BSD, los desarrolladores de X, la Internet Engineering Task Force (IETF), y al menos una docena más. Estas facciones se traslapan, y un desarrollador individual bien puede estar afiliado a dos o más.

Una tribu puede estar agrupada alrededor de una base de código particular que mantienen sus miembros, o alrededor de uno o más líderes de influencia carismáticos, o alrededor de un lenguaje o una herramienta de desarrollo, o alrededor de una licencia de software particular, o alrededor de un estándar técnico, o alrededor de una organización vigilante de alguna parte de la infraestructura. El prestigio tiende a correlacionarse con la longevidad y la contribución histórica así como con parámetros más obvios como el estado actual del mercado y la corriente actual de pensamiento; por ello, tal vez la tribu más universalmente respetada es la IETF, que puede reclamar continuidad desde los inicios de la ARPANET en 1969. La comunidad BSD, con tradiciones continuas incluso desde los 70s, tiene un prestigio considerable a pesar de tener muchas menos instalaciones que Linux. El Movimiento del Software Libre de Stallman, con sus orígenes en principios de los 80s, está dentro de las grandes tribus, tanto por su contribución histórica como por ser quien mantiene varias de las herramientas de software en uso constante día con día.

Luego de 1995 Linux adquirió un rol especial tanto por ser la plataforma unificadora para la mayor parte del resto del software de la comunidad, como por ser la marca producida por los hackers más reconocida públicamente. La comunidad Linux mostró una correspondiente tendencia a absorber otras sub-tribus - y, por lo tanto, a captar y absorber las facciones hacker asociadas con los Unixes propietarios. La cultura hacker como un todo comenzó a tener en común una misión: llevar a Linux y al modelo de desarrollo en bazar tan lejos como pudieran ir.

Ya que la cultura hacker posterior a 1980 estaba tan enraizada en Unix, la nueva misión fue implícitamente la misión por lograr el triunfo de la tradición Unix. Muchos de los líderes más respetados de la comunidad hacker también eran ancestros en Unix, que aún portaban las cicatrices de las guerras civiles posteriores a la diversificación en los 80s y resguardándose detrás de Linux como la última, mejor esperanza para conseguir aquellos sueños de rebeldía de los primeros días de Unix.

La liberación de Mozilla ayudó a concentrar más las opiniones. En marzo de 1998 una junta cumbre sin precedentes que convocó a los líderes de influencia de la comunidad, representando a casi todas las mayores tribus, convino en considerar metas y tácticas comunes. La junta adoptó una nueva etiqueta para el método de desarrollo común para todas las facciones: código abierto (open-source).

En tan solo seis meses casi todas las tribus de la comunidad hacker aceptarían "open-source" como su nuevo estandarte. Grupos más viejos como la IETF y los desarrolladores BSD comenzarían a aplicarlo en retrospectiva a lo que habían estado haciendo todo el tiempo. De hecho, para el año 2000 la retórica del código abierto no solamente unificaría la práctica presente de la cultura hacker hacia el futuro, sino que también re-pintaría la visión de su propio pasado.

El efecto galvanizante del anuncio de Netscape, y de la nueva prominencia de Linux, alcanzó más allá de la comunidad Unix y la cultura hacker. Comenzando por 1995, los desarrolladores de varias plataformas que estaban en el camino del monstruo devorador de Microsoft Windows (MacOS; Amiga; OS/2; DOS; CP/M; los Unixes propietarios más débiles; varios sistemas operativos de mainframes, minicomputadoras y microcomputadoras obsoletas) se unieron alrededor del lenguaje Java de Sun Microsystems. Muchos desarrolladores de Windows contrariados se les unieron con la esperanza de mantener al menos cierta independencia nominal de Microsoft. Pero el manejo de Java por parte de Sun fue (como se discute en el Capítulo 14) torpe y alienante en varios niveles. A muchos desarrolladores Java les gustó lo que vieron en el naciente movimiento open-source, y siguieron a Netscape hacia Linux y el código abierto así como anteriormente siguieron a Netscape hacia Java.

Los activistas del open-source dieron la bienvenida a la oleada de inmigrantes provenientes de todas partes. Las antiguas manos de Unix comenzaron a compartir los sueños de los nuevos inmigrantes de no solamente aguantar de manera pasiva al monopolio Microsoft, sino de hecho a quitarle mercados clave. La comunidad open-source como un todo preparó un empuje mayor hacia ser respetada en la corriente principal, y comenzó a aceptar alianzas con corporaciones mayores que cada vez más temían perder el control de sus propios negocios conforme las tácticas cerradas de Microsoft se volvían cada vez más oscuras.

Hubo una excepción: Richard Stallman y el Movimiento del Software Libre. "Open-source" deliberadamente pretendía reemplazar el "software libre" preferido por Stallman con una etiqueta pública que fuera ideológicamente neutral, aceptable tanto para grupos históricamente opuestos como los hackers de BSD como para aquellos que no querían tomar partido en el debate GPL/anti-GPL. Stallman acarició la idea de adoptar el término, y luego lo rechazó con el argumento de que fallaba en representar la posición ética central en su modo de pensar. El Movimiento del Software Libre ha insistido desde entonces en su separación del "open-source", creando tal vez la fisura política más significativa en la cultura hacker del 2003.

La otra (y más importante) intención detrás de "open-source" fue la de presentar los métodos de la comunidad hacker al resto del mundo (en particular a la corriente de los negocios) en una manera más amigable con el mercado y con menos confrontación. En este papel, afortunadamente, demostró un éxito arrollador - y llevó a que se reviviera el interés en la tradición Unix de donde surgió.




Lecciones de la historia de Unix

El patrón a gran escala en la historia de Unix es este: cuando y donde Unix se ha adherido cercanamente a las prácticas del código abierto, ha prosperado. Intentos de hacerlo propietario han resultado invariablemente en estancamiento y declinación.

En retrospectiva, esto probablemente debió haberse vuelto obvio más pronto que lo que en realidad se hizo. Perdimos diez años luego de 1984 aprendiendo nuestra lección, y probablemente nos hará mucho mal si volvemos a olvidarla.

El ser más listos que cualquiera sobre hechos importantes pero estrechos sobre el diseño del software no previno que fuéramos casi completamente ciegos sobre las consecuencias de las interacciones entre tecnología y economía que pasaban justo frente a nuestros ojos. Incluso los pensadores más perspicaces y previsores en la comunidad Unix estaban cuando mucho medio ciegos. La lección para el futuro es que confiar de más en la tecnología o el modelo de negocio de algún particular sería un error - y el mantener la flexibilidad de adaptación de nuestro software y la tradición de diseño que conlleva es correspondientemente imperativo.

Otra lección es esta: Nunca apostar contra la solución barata. O, de manera similar, la tecnología de hardware de bajas prestaciones y en gran volumen casi siempre termina escalando la curva de potencia y ganando. El economista Clayton Christensen llama a esto una tecnología disruptiva y mostró en The Innovator's Dilemma [Christensen] cómo sucedió esto con las unidades de disco, las palas de vapor, y las motocicletas. Lo vimos suceder conforme las minicomputadoras desplazaron a los mainframes, las estaciones de trabajo y los servidores reemplazaron a las minis, y las máquinas Intel vistas como materia prima reemplazaron a las estaciones de trabajo y a los servidores. El movimiento open-source está ganando al hacer del software una materia prima. Para prosperar, Unix necesita mantener la destreza al captar la solución barata en lugar de tratar de combatirla.

Finalmente, la comunidad Unix de la vieja escuela falló en sus esfuerzos por ser "profesionales" aceptando toda la maquinaria de manejo en la organización, finanzas y mercadotecnia de las corporaciones convencionales. Debimos ser rescatados de nuestra locura por una alianza rebelde de geeks obsesivos y desadaptados creativos - que procedieron a mostrarnos que el profesionalismo y la dedicación en realidad significaban aquello que estuvimos haciendo antes de sucumbir a las persuasiones mundanas de las "prácticas empresariales sanas".

Aplicar estas lecciones hacia tecnologías de software aparte de Unix se deja como un ejercicio sencillo al lector.


Referencias bibliográficas de esta sección:
[Christensen] Clayton Christensen. The Innovator's Dilemma. HarperBusiness. 2000. ISBN 0-066-62069-4.

El libro que introdujo el término "tecnología disruptiva". Un examen fascinante y lúcido sobre cómo y por qué las compañías de tecnología que hacen todo correctamente quedan deshechas por principantes. Un libro de negocios que las personas técnicas deberían de leer.




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