Anoche fui a ver a Roger Waters en concierto junto con mi novia. Desde que estudiaba la secundaria he sido fan de Pink Floyd, y su sonido siempre me ha movido a escuchar con atención su música, a atender a sus letras, y hasta a mover las manos en un baile de guitarra o batería de aire. En aquellos años precisamente, pasó el tour 'PULSE' de Pink Floyd para promocionar su album 'The Division Bell' y como adolescente me quedé con las ganas de verlos en vivo.Apenas hace unos pocos años (2002) Roger Waters (inglés pero que actualmente vive en E.U.), ex-miembro desde los 80's y ex-lider co-fundador de Pink Floyd visitó México en un tour y de nuevo la oportunidad de presenciar un cachito de Pink Floyd se me escapó. Pero no más, desde que me enteré que Roger Waters volvía a la ciudad donde vivo en un tour que además de su espectáculo clásico se caracterizaba por la presentación completamente en vivo del clasiquísimo álbum de 1973 'The Dark Side of the Moon', la idea no me dejó hasta que compré dos boletos para asistir a verlo.
Al llegar, a eso del veinte para las 8, el foro estaba medio vacío aún, y sobre el escenario se veía, al menos desde la distancia en que nos encontrábamos, una gran botella de licor, un gran vaso de whisky, una radio vieja gigante y una especie de avión de la 2a Guerra Mundial, como si se tratara de una escena inspirada en el álbum y en la película 'The Wall'. Por cierto, todo el lugar apestaba, si no a tabaco, a uno que otro churro de mariguana que algunos colaron de contrabando, y aunque para ciertas rolas se prestaba el disponerse a viajar un rato con las luces y el sonido, de plano me dolió el estómago después de un rato de aspirar esas cosas contra mi voluntad. La música de ambientación por lo menos no era mala, se oían rolas de rock, viejas y no tanto. Recuerdo por ejemplo que se escuchaba por ahí 'Free Fallin' de Tom Petty, mientras algún tipo la gritaba a viva voz.
Cual fue nuestra sorpresa cuando, casi por empezar el concierto, la música de ambientación se interrumpió y una gran mano apareció en el escenario para tomar el whisky del vaso, dejar ceniza de cigarro en el cenicero y cambiarle ocasionalmente a la estación del radio: ¡todo era digital! No había una gran botella, un gran radio o un gran vaso, sino que se trataba de una pantalla digital que proyectaba estas imágenes en una especie de 3D y que, al menos desde donde estábamos, daban la clara impresión de ser reales. La ambientación continuó con música que creo era swing viejito, o un jazz también viejo. Incluso cuando en la radio comenzaba a sonar 'Dancing Queen' de Abba, la mano salió de inmediato a cambiarle de estación para escuchar mejor música :P
De pronto, luces fuera, y comienza 'In the flesh', con la fuerza que caracteriza a tan potente rola del álbum 'The Wall', y la gente emocionada comenzó a formar la equis con sus brazos, clásica de la película 'The Wall' con que la gente recibía en una especie de saludo fascista al Pink convertido en dictador, y todos cantando 'So ya! Thought ya! might like to... go to the show...!'. Después la melancólica 'Mother' del mismo álbum. La pantalla digital comenzó a proyectar imágenes de un dormitorio, también en 3D, y apareció un personaje, estilo Bob Geldof interpretando a Pink en sus momentos más deprimentes.
Roger y su banda interpretaron varios clásicos de Pink Floyd, incluyendo 'Set the controls for the heart of the sun', del segundo álbum de la banda ('A saucerful of secrets'), y mientras lo hacía la pantalla proyectó imágenes de fotos viejas de Pink Floyd, centrándose un poco en el mismo Roger Waters, de un video que al menos yo reconozco como parte de una grabación que ellos hicieron para su rola 'Scarecrow'.
Posteriormente entramos en el álbum 'Wish you were here' (obviamente se saltó el 'Dark Side' pues sería interpretado al final), y en homenaje al recientemente fallecido Syd Barret, fundador y miembro elemental del inicio de Pink Floyd, interpretaron 'Shine on you crazy diamond', con todas sus partes unidas (no separadas como en el disco) y proyectando fotografías de Syd cuando era joven. Le siguió 'Have a cigar', cuyo magistral solo de guitarra termina con un sonido que se asemeja a estar escuchando la rola en una radio vieja. Volvemos entonces a la pantalla del incio, y la mano comienza a cambiar de estación una vez que terminó 'Have a cigar', para la clásica entrada en la que, también como si se oyera por la radio, comenzaba 'Wish you were here'. Ahí fue cuando volteé por primera vez a ver al resto del foro, y mi sorpresa fue grandísima, pues estaba todo LLENO, todo, el área en la que estábamos, y las gradas, todo. Y con la emoción de la rola, pues todo mundo sacó sus luces. Recuerdo cuando fui al primer concierto que dio Pearl Jam en México, cuando tocaron 'Black' todo mundo sacó sus encendedores. Bueno, esta vez, y creo que así es siempre ya, todo mundo saca sus teléfonos celulares y los enciende para dar luz. Se veía hermoso, y también saqué el mío para ambientar :)
Después Roger interpretó rolas del 'Final Cut', y varias de sus rolas (la verdad es que debo confesarme ignorante de ellas, soy fan de Pink Floyd, pero debería de serlo un poco más del trabajo solista de sus miembros). La verdad me quedé maravillado de las letras de este señor, muchas enfocadas a la protesta social del mundo en general. La única cuyo nombre recuerdo muy bien es 'Leaving Beirut', que según nos contó R.W., compuso recordando una experiencia que tuvo cuando más joven, se quedó sin como regresar a su casa estando creo que en Medio Oriente, y tuvo que pedir aventón. Nadie se lo daba hasta que un humilde hombre le ayudó, y de eso habla la canción, sin olvidarse de la queja contra los gobiernos imperialistas que precisamente bombardean a ese tipo de personas como las que le ayudaron en aquella ocasión:
Oh George! Oh George!Y de pronto, el organito que inauguraba la que, para mi, era la más esperada de las rolas de la noche: 'Sheep', del álbum 'Animals'. Todo comenzó con sonidos en el bien instalado sistema cuadrafónico (clásico del sonido de P.F.) por sobre todo el escenario. De repente oías a tu izquierda los balidos de las ovejas, a tu derecha los aullidos y ladridos de los perros, atrás a los como-se-llamen sonidos de los puercos, entre otros animales que también se escuchaban. Y al frente comenzó la rola. ¿Por qué era la más esperada para mí? Porque ya me había enterado que en esta gira, utilizando esta canción, R.W. hacía uso del tan clásico espectáculo del cerdo volador, ¡y no me quería perder nada de eso!
That Texas education must have fucked you up when you were very small
Efectivamente, luego de un rato (la rola dura como 10 minutos, mas lo que seguramente le aumentaron, no me fijé), observé como en un lado del escenario, sin que nadie se hubiera dado cuenta aún (casi todos veían hacia el escenario mismo o a las pantallas, que proyectaban ya fuera a la banda o a las imágenes de la pantalla central, en este caso de la clásica fábrica que aparece en la portada del mencionado disco 'Animals' de Pink Floyd), y como decía, me percaté que iba emergiendo lo que quería ver: un gran cerdo rosa, con colmillos en la boca, y rayoneado en todos lados. Cuando las luces lo iluminaron y todos por fin lo vieron hubo una gran emoción, y espectación por leer lo que todo el cuerpo del cerdo tenía rayado. En el costado que se dejó ver primero, las frases que ha usado R.W. en esta gira: 'Kafka rules' y 'Habeas corpus does matters' (en referencia a una reciente ley estadounidense en que se aprobó llevar a juicio y condena a presos considerados peligrosos sin la famosa premisa de que el prisionero es inocente hasta que se demuestre lo contrario). El cerdo comenzó a volar (en realidad lo sostenían unos cables con los que era guiado) por encima de la gente al frente del foro, y al estar a buena altura, todos pudimos ir leyendo lo demás: '¡Saquen a Bush!' (así en español), y en el otro costado, para emoción de todos: 'Cerdo Bush, ¡derriba el muro de la frontera!' (en referencia a las recientes medidas estadounidenses de continuar construyendo y haciendo crecer el muro fronterizo entre Estados Unidos y México para detener la inmigración ilegal en aquel país). El cerdo continuaba volando mientras Sheep llegaba a su parte final, con efectos de fuego y explosiones reales, guitarrazos y todo lo que el final de Sheep contiene, y en eso, los cables se soltaron y el cerdo voló voló hacia arriba, y se perdió en el cielo nocturno de la ciudad de México (y quien sabe a dónde habrá ido a parar al final...). R.W. dio por terminada esa parte del concierto preguntando irónicamente 'Have you seen my pig?' ('¿Alguien ha visto a mi cerdo?').
Después de 15 minutos de descanso, comenzamos ahora sí con una de las obras maestras de Pink Floyd. Proyectando una imagen de una luna llena sobre las pantallas, y con el clásico sonido de un latido de corazón de 'Speak to me', comenzó 'The Dark Side of the Moon'. Para ambientar aún más, la luna comenzó a salir durante el concierto, y al estar llena le dio un fondo al escenario (que queda orientado hacia el este) bastante peculiar y ad hoc con la música que escuchamos. 'The Dark Side of the Moon' no dura mucho (unos 40 minutos creo), pero es un gran disco, interpretado magistralmente esta vez por R.W. y sus músicos. El disco es famoso por muchas cosas, como el tema del que habla (es uno de los primeros discos conceptuales de rock que existieron), sobre la locura, el estrés, la muerte y cosas que en este cotidiano mundo suelen alterar a la gente; así como también la clásica portada del prisma recibiendo luz blanca y proyectando un arco iris sobre un fondo negro. Pero algo que lo hace más famoso aún es el hecho de haber permanecido en las listas de los 200 mejores álbums del Billboard por más tiempo que ningún álbum. Desde que salió en 1973, duró en estas listas por cerca de 14 años, y luego de un breve tiempo en que estuvo fuera, regresó al top 200 para quedarse, y lleva un total de cerca de 26 años (si no me equivoco). Cabe destacar que el segundo lugar duró cerca de 9 años creo, bastante lejos de este clásico álbum.
Todo el álbum sonó espectacular: desde las guitarras de 'Time' y 'Money' a los coros de 'The great gig in the sky', y los colores y el órgano de las rolas hechas para 'viajar': 'On the run' y 'Any colour you like', así como el sax en 'Money'. Para finalizar el álbum, cuando comenzó 'Eclipse', una misteriosa grúa que sostenía algo desde el inicio, mostró su contenido: colgaba de ella una estructura cuyas aristas se iluminaron de blanco para mostrar a todos una pirámide triangular, es decir la figura de un prisma (lo que conocemos como prisma para la luz, no la figura geométrica). Y entonces un haz de luz blanca lo atravesó (supongo que era de láser), mientras que del otro lado otros láseres proyectaron un arcoiris, dándonos a todos el espectáculo de la clásica portada con el fondo negro de la noche.
Claro está, no todo terminaría ahí, faltaban los encores, y sin tardar mucho, la banda regresó. Roger Waters nos presentó a su banda y luego introdujo a un grupo de niños que pertenecen a una organización que ayuda en casos de abusos de menores. Entonces con el sonido de un helicóptero, y Roger Waters proyectado en las pantallas dando el grito 'You! yes you! Stand still laddy!' comenzó 'The happiest days of our lives', para introducir obviamente la clásica 'Another brick in the wall part 2', y todos gritando y cantando, con las luces de fondo, le dieron a esta rola un toque especial.Luego de despedir a los niños, se proyectó sobre la pantalla la imagen de Vera Lynn, con lo que de inmediato comenzó 'Vera', mientras todos coreábamos 'Does anybody else in here remembers Vera Lynn...', todo para dar entrada a 'Bring the boys back home', en mi opinión en clara alusión a la oposición contra la guerra en Irak. Y obviamente, ninguna de estas dos rolas estaría completa si no comenzaba lo que en el álbum 'The Wall' inagura lo que, para mí, es la mejor rola que tenga Pink Floyd, incluso la mejor rola del rock y de la música, y que incluye el mejor solo de guitarra que se haya compuesto jamás: comenzamos a cantar 'Comfortably numb' con el 'Hello?... is there anybody in there?' mientras la pantalla digital volvía a proyectar al 'Pink' en estado confortable y entumecidamente drogado. Y confieso que durante el mencionado solo de guitarra (que está al final de la rola), me perdí en el viaje de escuchar esa magistral pieza.
Con eso concluyó el concierto, me fui con un muy buen sabor de boca, compré algo de recuerdos, para mí, para mi novia, y para mi hermano que se encuentra viviendo fuera de la ciudad y que sin duda apreciará los recuerdos de una banda que nos marcó a los dos desde que éramos chicos. En fin, eso fue la noche del 6 de marzo con Roger Waters...
'Fear builds walls'...
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Eru kaluva tielyanna (Dios iluminará tu camino)
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